La semana pasada nos pillo un fuerte temporal en el barco, con vientos fuerza 8. El mar estaba muy picado. El viento levantaba el agua a muchos metros. Esto permitió, al atardecer, que pudiera captar los rociones de las crestas de las olas pulverizando el agua mientras entraba la rojiza luz del último rayo del atardecer. Parecía fuego…
Tuve que subir el iso de la cámara para subir la velocidad, ya que todo tenia que ser a pulso. El barco se movía muchísimo y todo estaba bastante mojado, lo que dificultaba mucho hacer las fotos, junto con la escasa luz del atardecer. Cada poco tenían que ir limpiando la lente del objetivo. Fueron un par de días bastante emocionantes. El barco, incluso, no pudo hacer escala en Mónaco por el mal tiempo.